El de los hilos de mi ansiedad…
A veces me gustaría tener una bola de cristal. Bueno no, porque habría que limpiarla el polvo. Pero es que hay tantas veces que quisiera saber qué pasa más allá de lo que veo… A veces es verdadero sufrimiento el que padezco por no saber, o intuir. Mi blanca habitación actúa de caja de Faraday y yo, a pesar de saber cómo abrirla, insisto en seguir quedándome dentro. Seré gilipollas…
El otro día recogí algunas cosas de la casa de mis padres para adornarla y animarla un poco. Unas medallas, las bufandas de mis equipos de fútbol, unos posters… Y ahora me faltan chinchetas y Blutak de ese. Siempre me falta algo. Y ahí se han quedado de nuevo, amontonadas en un armario. Seré vago…
El lunes muere y la televisión vuelve a contarme la misma historia de la semana pasada. Sin embargo no es a ella a quien estoy escuchando y mirando realmente. Mi cabeza es la única que puede meterse entre las rendijas de la persiana y salir a la oscuridad del parque. Ella sí puede salir a dar un paseo bajo el reflejo de la luz en los edificios. Acero y cristal, como lo llamaba alguien. Me recuerda a tiempos pasados cuando creía en algo que tardaré en recuperar. Seré inocente...
Así que de momento tendré que conformarme una vez más en pensar que everything is gonna be ok, ich muss einfach weiter machen, et voilà! Cuando menos lo espere, todo volverá a cambiar y dejaremos ciertas cosas atrás. Tú y yo. O sólo yo… Podrías ponérmelo un poco más fácil, no siempre soy todo lo fuerte que a veces aparento…
The Bangles – Manic Monday
